Una planta con flores comestibles

El calabacín es una planta compacta, rastrera y conocida por el nombre científico Cucurbita pepo, pertenece a la familia Cucurbitaceae y sus flores para comer son de ciclo anual.

Muy presente en las cocinas de todo el mundo, la flor se utiliza con más frecuencia en las elaboraciones culinarias de Japón y México donde aprovechan su sabor delicado y ligero desde hace siglos.

En Italia, la flor comestible de la Cucurbita máxima se la conoce como Flor de Zucchini ya que predomina en la zona la variedad de calabacín zucchini que es de color amarillo o anaranjado y con un sabor mas dulce.

Sus verdes hojas son grandes y dentadas con diminutas espinas que notamos al tacto, y la flor de calabacín tiene forma de estrella, con una disposición que nos recuerda a un embudo y unos brillantes pétalos, en tonos amarillo y dorado.

Otra característica del calabacín es que tiene flores hembra y flores macho.

Para diferenciar el sexo de estas flores para comer solo necesitas fijarte en la parte trasera de la flor e identificar las flores femeninas, ya que tienen un bulto, similar a una barriga, que es donde posteriormente nacerá el fruto.

Es muy recomendable conservar las flores femeninas, para que puedan desarrollarse los frutos y poder recolectar el calabacín.

Las flores comestibles de calabacín, nos ofrecen una estructura carnosa muy suave cuando se cocinan en su punto como las verduras.

Los pétalos, una vez cocidos quedan jugosos y muy agradables al paladar.

También podemos consumirlas en crudo bien lavadas, y nos aportan sabores y fragancias del propio calabacín o la calabaza pero con menos proporción de agua.

Para consumir la flor de calabacín, es importante que lo hagamos cuando están muy frescas, y recién recolectadas y desprenden un aroma fresco, sin que encontremos  manchas o roturas en los pétalos.

Pierden muy rápido sus cualidades y se deben consumir muy frescas y mantenerlas refrigeradas para consumir antes de 48 horas.

Su sabor sutilmente dulce, con un toque amargo recuerda ligeramente al sabor de las almendras y es muy apreciada en la cocina por su versatilidad.

Es una flor comestible de gran tamaño y nos permite utilizarla como envase de relleno para otras verduras, quesos cremosos o marisco.

Como acompañamiento o mezcladas en una ensalada sus flores para comer están presentes en platos entrantes, principales y postres.

En la cocina la flor del calabacín se puede cocer, saltear o rebozar y realizar un sin fin de preparaciones.

En países como Italia los cocineros expertos utilizan los pétalos de calabacín como ingrediente en las pizzas, para acompañar desde un elaborado risotto y hasta mezclar esta flor en un plato de deliciosa pasta fresca.

El uso de esta flor para comer en las elaboraciones de repostería, es inferior a su uso culinario.

Su uso en platos dulces puede realizarse mediante rebozados y frituras, terminando las elaboraciones con miel o azúcar.

Además las flores de calabacín también se utilizan glaseadas para la decoración de tartas, bizcochos, helados o cualquier preparación dulce en la que quieras combinar los pétalos de esta flor para comer de gran tamaño.

La Cucurbita pepo no tiene repercusión en el entorno de las flores comestibles para infusión.

Con un puñado de hojas de la planta, podemos hervirlas en un litro de agua por 15 minutos y conseguiremos una infusión, que puede ayudarnos si tenemos molestias de estómago con descomposición.

Entre los beneficios que podemos encontrar en estas flores comestibles es su poder antioxidante y que son ricas en fibra y agua como su fruto.

Esta flor para comer es rica en potasio, un mineral que pierde de forma rápida sus propiedades, por eso los expertos recomiendan que se consuman muy frescas, antes de 48 horas y que se mantengan refrigeradas.

Además la flor de calabacín contiene vitaminas del tipo A, B y C y betacaroteno, lo que nos aporta en conjunto varios beneficios saludables para nuestro organismo.