Una hierba aromática con flores comestibles

Esta planta anual, es una especie única que pertenece a la familia del perejil y recibe el nombre científico de Anethum graveolens.

En plena floración su altura varía y si las condiciones del terreno y clima le favorecen puede crecer desde los 60 cm hasta un metro de altura.

Su tallo es muy fino y delicado, ya que está hueco por dentro y las finas hojas del eneldo son también comestibles, al igual que sus diminutas flores.

Estas flores para comer, crecen y se disponen en una forma característica similar a la de un paraguas y miden entre 10 y 15 cm de altura.

Las flores para comer de la flor de eneldo son diminutas y como las varillas de un paraguas, el eneldo puede contener hasta 25 flores diminutas de un color amarillo brilante.

Su flor solo tiene cinco pétalos alargados y con forma de medio círculo y se viene utilizando desde hace siglos, por sus propiedades medicinales desde las antiguas culturas griega y romana.

Sus flores se pueden consumir tanto frescas como secas.

Si quieres conservar el aroma y sabor de estas flores para comer, puedes proceder a su secado para utilizarlas deshidratadas o también las puedes congelar.

Sus flores comestibles frescas se consumen y utilizan como ingrediente aromático en la cocina y para una gran variedad de platos distintos.

Sus flores se utilizan también para la elaboración de encurtidos.

La flor de Eneldo es muy utilizada en las cocinas del mundo, y como ejemplo, en los países escandinavos agregan los pétalos al final de la cocción en muchas de sus elaboraciones.

Lo hacen para mantener el aroma y sabor de sus platos agregando unas ligeras notas de anís, que le proporciona esta flor para comer tan aromática.

Incorporando una pequeña cantidad de flores de eneldo a nuestros platos, estaremos aportando una gran cantidad de vitaminas y minerales a nuestra alimentación.

La flor de eneldo tiene una textura crujiente muy agradable que estalla en nuestro paladar, dejando un dulce final en nuestra boca.

El aroma y sabor meloso que tiene esta flor comestible, la hace ideal en la cocina para acompañar platos principales como ensaladas y mariscos fríos.

Combina bien con alimentos como carnes y pescados, como el salmón marinado, al que terminan aportando sus pétalos un aroma y sabor con carácter.

La flor del eneldo es ideal añadida en salsas y preparaciones con arroz, donde aporta todo su esplendor.

Debido a su potente sabor, la flor de eneldo no tiene apenas presencia en la repostería con flores comestibles, más allá de experimentos culinarios de autor.

Se utilizan sus pétalos para mezclarlos en la elaboración de la masa de algunos panes, aportando ese sabor y aroma peculiar.

Se comercializa como el pan con flores de eneldo y puedes encontrarlo en panaderías que tengan costumbre y tradición de elaborar panes artesanales con flores comestibles.

La flor del eneldo, no se infusiona.

La infusión de eneldo es elaborada con las semillas y las hojas, frescas o secas.

El aroma de esta hierba aromática puede ayudar a mejorar la salud, ofreciendo un importante efecto terapéutico.

En el año 2002 la Organización Mundial para la Salud, reconocía el uso de flores comestibles para el tratamiento de diversas dolencias y en el caso del eneldo como aderezo saludable y nutritivo.

Debido a sus propiedades antibacterianas y diuréticas, el eneldo puede ayudarnos a prevenir infecciones.

La flor de eneldo es beneficiosa para ayudar en la digestión, a reducir los gases y también las molestias de estómago en los bebés.

Una flor para comer, que según los expertos, refuerza nuestro sistema inmunológico, suaviza las molestias menstruales y tiene la capacidad de aumentar la cantidad de leche materna de forma natural.